España es un país de tradiciones arraigadas y, por qué no decirlo, en ocasiones somos bastante reticentes a los cambios. Un buen ejemplo es el del vino, donde la costumbre se convierte en ley. Por ejemplo, en el consumo. La mayoría de los consumidores pide un “Rioja” o un “Ribera” al salir de vinos, cuando disponemos de más de 70 Denominaciones de Origen diferentes. O sólo compra vinos en botella de cristal y con tapón de corcho, cuando existen otras opciones que pueden ser igual de buenas, dependiendo de las circunstancias de consumo, como es el caso del Bag-in-Box.
¿Habéis oído hablar alguna vez del Bag-in-Box? ¿Lo conocéis? ¿Sabéis qué características lo definen o como afecta este tipo de envase a la conservación del vino? Hoy vamos a arrojar un poco de luz sobre este sistema de envasado de vino, con el objetivo de desterrar mitos.
Un invento estadounidense
El Bag-in-Box nació allá por los años 50 en Estados Unidos. William R. Scholle fue el primero que lo dio a conocer, en el año 1955. En un principio, no estaba destinado a contener productos alimentarios, sin embargo, se dieron cuenta de las ventajas que aportaba para envasar algunos productos líquidos, como era el caso de la leche. A los americanos no se les ocurrió utilizarlo para envasar vino, pero sí a los australianos, que comenzaron a utilizarlo en el sector vinícola en los años 60.
En Francia, país donde este formato goza de un enorme éxito, empiezan a envasar los primeros vinos en Bag-in-Box a principios de la década de los 80. Al igual que ocurre en España, durante los primeros años los consumidores no estaban muy convencidos con este embalaje y lo asociaban con vinos de peor calidad que los envasados en botella de vidrio. Y así fue hasta la década de los 2000, cuando algunos de los grandes elaboradores de vino de calidad comenzaron a apostar por este formato. Actualmente, la oferta en supermercados, hipermercados y otros establecimientos de alimentación del país vecino es enorme, hasta representar el 20% de las ventas vino en Francia.
¿Qué es el formato Bag-in-Box y qué ventajas aporta al vino?
El Bag-in-Box (literalmente, “bolsa en caja”) es un formato de envasado para líquidos que consta de tres elementos:
• Una caja de cartón.
• Una bolsa estanca.
• Un dispositivo dosificador, en forma de grifo.
En definitiva, se trata de una bolsa cerrada, dotada de una válvula para su dosificación e introducida en una caja de cartón.
Este tipo de envase puede albergar cualquier tipo de vino, sea de la calidad que sea. Es un envase hermético y cerrado, que protege el producto que contiene, y que resulta muy práctico de transportar y almacenar por sus propias características.
El cartón exterior, opaco, protege al vino de la luz, por lo que evita su oxidación durante el almacenaje. Además, por su forma, es fácil de transportar apilado, así como de guardar en casa y es mucho más difícil de romper que una botella de cristal.
La bolsa estanca que contiene está especialmente diseñada para conservar intacto el vino. Está elaborada con varias capas plásticas cuyo cometido es ejercer de barrera contra el aire y la luz.
Y los sistemas dosificadores, que pueden ser tipo grifo giratorio o bien grifos de presión, están diseñados de tal modo que impiden que el aire entre en el embalaje durante su utilización, por lo que el contenido no se contamina jamás por el aire ambiente, ni antes de la apertura del envase ni después.
El Bag-in-Box presenta otra ventaja y es que permite que el vino se mantenga en perfectas condiciones durante un tiempo que oscila entre 4 y 6 semanas desde su apertura, frente a los 2-3 días de otro tipo de envases, ya que, al no haber presencia de oxígeno, se evita la oxidación del producto y mantiene sus condiciones organolépticas. Esto lo convierte en un envase ideal para personas que consumen vino de manera esporádica, ya que es un envase muy práctico para abrirlo y tomar una copa de vino de vez en cuando sin que pierda su calidad. Su practicidad a la hora de transportarlo, también lo convierte en un envase perfecto para fiestas, una velada con amigos o familia o excursiones al campo o a la playa.
Bag-in-Box Tempranillo Alcasor
Desde Bodegas Alcasor os ofrecemos la posibilidad de probar las ventajas de este tipo de envases con nuestro Bag-in-Box Tempranillo 5L. Se trata de un vino 100% Tempranillo de La Mancha, con aromas frutales típicos de esta variedad y toques de rosas y flores silvestres. Es un vino de gran personalidad, con taninos suaves. En definitiva, un vino muy elegante ideal para consumir con carnes rojas, ibéricos y quesos fuertes.
Buenas, estoy muy contenta con este tipo de envase para el vino, es muy práctico y se conserva muy bien la calidad del vino.
Tengo una duda que agradecería me aclarasen y es el por qué se va hinchando poco a poco la bolsa interior y hace que se hinche también la caja perdiendo el grifo su posición original.
Gracias de antemano por su respuesta, un saludo.